La comunicación actual tan extendida nos sigue trayendo mezcolanzas de tradiciones. Lo de aquí se pone allí, y lo de allí lo ponemos aquí. En los últimos años hemos visto cómo la festividad anglosajona de Halloween (contracción de All Hallows’ Eve) se ha ido introduciendo en la sociedad gaditana, que ya tenía una gran tradición católica de siglos donde recordamos lo que denominamos con el gracejo propio de aquí los Tosantos y el Día de los Difuntos. En La Dorada somos tradicionales con nuestras fiestas y patrimonio cultural, y defendemos nuestras tradiciones religiosas y seculares, pero también estamos pendientes de todos estos cambios sociales, teniendo en cuenta nuestra profesión y lo que significa para la restauración y la hostelería, con puentes festivos en el calendario.
Es verdad que las calabazas iluminadas por dentro están ganando la batalla callejera fundamentalmente frente a los niños, que lo ven todo de forma carnavalesca, con sus disfraces fantasmales y de brujas, pero con relación a los adultos, debemos pensar que se mantienen determinados rituales como la ofrenda floral a los que ya no están entre nosotros, así como la producción de pastelería y dulces que nuestros obradores artesanales y las viviendas particulares realizan en este puente. La gastronomía otoñal dulce y salada de finales de octubre y principios de noviembre, pasan por Huesos de Santo; un dulce de mazapán de forma cilíndrica que se rellena con crema para simular un trozo de tibia con su tuétano, y que se glasea con azúcar. Los Pestiños; típicos también en las fechas navideñas. Los dulces de piñones. Los boniatos horneados para que estén sabrosos. Los Borrachuelos; una especie de pestiño de pequeño tamaño que tienen forma como de croquetas y son típicos de Ubrique. Los Panellets producto de otras regiones como Baleares y Aragón. Las conocidas Torrijas; también llamada tostada francesa, realizadas con una rebanada de pan que es empapada en leche, almíbar o vino y, tras ser rebozada en huevo, se fríe en una sartén con aceite. Se endulza con miel, melaza o azúcar y es aromatizada con canela, que también son muy típicas en Semana Santa. Y hablando de potajes gaditanos no podemos olvidarnos de las judías con castañas y la berza de coles. Asimismo las nueces y las castañas tampoco se nos pueden olvidar en esta travesía.
La ciudad de Cádiz celebra Tosantos de forma especial desde el siglo diecinueve. A tal efecto, la Delegación Municipal de Fiestas y Mercados, organiza el Concurso de Exornos de Puestos en los Mercados Municipales. Cada año, una gran cantidad de puestos de los Mercados de la ciudad se inscriben en éste concurso, haciendo de éste una gran fiesta lúdica con enorme participación ciudadana.
¿Y tú de qué eres, de lo nuestro o de lo foráneo?